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Asia, China, Cultura y sabiduría, Dinamismo y vitalidad, Lunas de miel

El Dragón de Madera, bienvenidos a China

Más de 1.300 millones de habitantes, el cuarto país más extenso del mundo y una cultura ancestral que ha pasado de generación en generación durante siglos para mantener viva su forma de vida.

Una cultura ancestral que este 2024, con la entrada del año nuevo chino, tendrá como protagonista al Dragón de Madera, un símbolo de poder, fuerza, energía, liderazgo y nobleza. Un signo que cuenta con una magnífica posición en la astrología asiática y que unirá dragón y madera para atraer la creatividad, el crecimiento y la adaptabilidad de la sociedad china.

La entrada al año nuevo promete tanto como el propio destino. Una festividad única que llena los más de 9.500 kilómetros cuadrados del país de colores –especialmente el rojo– y celebraciones por más de una semana y que es uno de los momentos más especiales para visitar un país que brinda la posibilidad de descubrir un destino que es sinónimo de viajar al pasado con las comodidades del presente.

Aman, homenaje a ‘The secrets of China’

Más allá de Shangai, Hong Kong, Beijing o la muralla –que se extiende por más de 21.000 kilómetros de longitud– China es un país de contrastes. Una geografía diversa –desde desierto, grandes colinas y también enormes rascacielos– así como su clima tropical en el sur y gélido frío en el norte.

Una variedad a la que la exclusiva firma asiática Aman ha decidido rendir homenaje con su propuesta ‘The Secrets of China’ para entender la historia de un país en todas sus formas y escenarios.

Empezando por la capital Beijing, un imperdible del país, pasando por Amanfayun en Hangzhou y Amandayan en Lijiang hasta el bosque de Amanyangyun a las afueras de Shangai. Un recorrido circular de la costa al interior para terminar de nuevo en el océano Pacífico y entender cuán enorme es la diversidad del cuarto país más grande del planeta.

Cuatro propiedades de Aman que ofrecen una experiencia única en cada ubicación para adentrarte de lleno en una cultura que comparte las bases, pero cambia en cada región. Beijing te da la bienvenida con el AMAN Summer Palace un complejo de 260 años de antigüedad, ubicado a 15 kilómetros de la Ciudad Prohibida. Una estancia para disfrutar de la gastronomía y la arquitectura tradicional china.

El viaje hacia el centro del país cuenta con dos paradas que te dejarán sin aliento. Amanfayun en Hangzhou y el Amandayan en Lijiang, ambos Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Dos complejos de lujo exclusivos que destacan por ser dos refugios sobre colinas con vistas panorámicas a la naturaleza más autóctona de la zona. Los templos budistas en el valle y las plantaciones de té en Hangzhou y la montaña Nevada del Dragón de Jade en Lijiang son el distintivo definitivo.

De vuelta a la civilización más moderna, Aman abre sus puertas a Shanghai con un concepto disruptivo. La posibilidad de descubrir una de sus mayores urbes, pero alejado del ruido en una estructura arquitectónica y ecológica que es un santuario.

Rosewood, de norte a sur

Para aquellos que quieren permanecer cerca de la costa, la firma Rosewood también tiene una propuesta que permite descubrir la china imperial que estuvo más expuesta a otras culturas. Empezando por la capital Beijing, esta fue la primera propiedad de la firma en el país, un rascacielos que casi toca el cielo y destaca en el skyline de la ciudad para ofrecer la primera toma de contacto con el país.

Del lujo exclusivo viajamos al hotel más alto del sur de China. Guangzhou es una de las maravillas arquitectónicas de la firma. Ubicado en el distrito de Tianhe, la experiencia culinaria es uno de los reclamos de la zona. Luces, lujo y exclusividad que continúan en otra de las ciudades más atractivas del país, Hong Kong. Sobre el puerto Victoria encontramos la propuesta de Rosewood para conocer desde las alturas una ciudad que nunca descansa. Es la joya de la corona del paseo marítimo de Kowloon, ubicado en el distrito de la moda y el arte. Un lugar donde absolutamente todo lo que te rodea, fuera y dentro de Rosewood, es auténtico lujo para todos tus sentidos.

Y de la capital viajamos a la bahía de Haitang, con vistas directas al mar para encontrar un refugio de serenidad y cerrar una ruta mágica donde el presente y el pasado conviven en un mismo paisaje.

Alila Wuzhen, el escondite de Hyatt

Otra de las propuestas para conocer China, a escasos kilómetros de las luces y el espectáculo de Shanghai llega de la mano de Hyatt, un tesoro de la paz; Alila Wuzhen. Una escapada donde la arquitectura y el agua se fusionan para disfrutar de una ciudad donde el agua ha sido su eje central durante más de 1.300 años.

Un complejo diseñado para preservar y proteger todo su entorno natural – rodeado de plantaciones de Metasequoia, una planta en peligro de extinción– que colorea todo el complejo. Serenidad en su máxima expresión.

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