Singapore Airlines se ha unido a la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) en su compromiso de reducir las emisiones de la industria. Este compromiso supone una mejora del 1,5% en la eficiencia de combustible cada año, entre 2009 y 2020, un crecimiento neutral en emisiones de carbono a partir de 2020 y una reducción absoluta del 50% de las emisiones de carbono para el año 2050.
La aerolínea apoya esta estrategia de la IATA que se basa en cuatro pilares para abordar el cambio climático: medidas tecnológicas, operativas, de infraestructura y económicas. Esto incluye diseños revolucionarios de aeronaves, procedimientos más eficientes de vuelo y gestión del tráfico aéreo, iniciativas de reducción de peso, así como medidas basadas en el mercado para evitar políticas descoordinadas.
Para cumplir estos objetivos, Singapore Airlines se posiciona a la vanguardia en materia de eficiencia de combustible gracias a su política de renovación de flota, las mejoras en los procedimientos de operación de vuelo que reducen al mínimo el uso de combustible sin comprometer la seguridad, y la participación en la planificación y reestructuración de rutas a escala internacional.
Singapore Airlines también está comprometida con la reducción del consumo de plástico. De esta manera ha sustituido el empleo de plásticos de un solo uso por materiales alternativos sostenibles. Por ejemplo, a partir de mediados de 2019 se comenzaron a utilizar en sus vuelos cañitas de papel y removedores de madera en lugar de plásticos y se eliminaron bolsas de polipropileno. Con esta medida se alcanza un ahorro anual de plástico de 370 kilómetros.
La compañía aérea también dedica esfuerzos para minimizar los desperdicios de comida gracias al feedback de su tripulación y sin comprometer el servicio hacia el cliente. Esto le ha permitido ahorrar 230 toneladas de comida en el año fiscal 18/19.