A día de hoy, prácticamente todos los aeropuertos del mundo ya ofrecen puertos USB a través de los cuales se puede cargar el móvil. El peligro reside en que estos puertos USB muy frecuentemente tienen malware, un tipo de virus empleado para robar datos al móvil.
En cambio, los especialistas recomiendan cargar el móvil en instalaciones que no tienen contacto físico, que trasmiten la carga sin cables. Es un sistema siempre libre de virus.
Pero, usar un cable para enchufarse, sobre todo un cable a puerto USB, es un peligro. Sólo algunos modelos muy nuevos de teléfonos son capaces de detectar los riesgos en estas conexiones. En estos casos, los móviles permiten que sólo se use la conexión para la electricidad.
Según las advertencias de los expertos, la conexión de este tipo con un puerto permite que el malware residente en la terminal se infiltre en el teléfono, a la par que la electricidad que carga la batería. Ese malware puede ser de diversas funcionalidades: la ‘menos mala’ es que borre la memoria del móvil; la más peligrosa ‘roba’ los datos y después el usuario recibirá una oferta económica para recuperarlos, la cual será más elevada si los datos sustraídos son más o menos delicados y comprometidos.