fbpx

Asia, Calma y paz, Cultura y sabiduría, Lunas de miel, Viajes en familia

Omán; el Oriente Medio original

Un país de contrastes; vestigio de una ciudad decadente durante la dictadura y reflejo de la prosperidad económica y tecnológica actual. Una mezcla entre pasado y presente que se percibe en cada rincón; entre sus calles clásicas con tonos y decoraciones pasadas que chocan de frente con la riqueza de hoy. Riqueza, que no es ostentación.

Omán, a diferencia de sus países vecinos, ni quiere ni puede convertirse en un país como los Emiratos Árabes. Nada de rascacielos y grandes edificios. De hecho, están prohibidos por ley – no se pueden construir edificios de más de siete plantas– y una de las obsesiones del país es mantener el legado nativo del país y su historia.

Omán es sinónimo de paisajes cambiantes que divagan entre el desierto que se expande por todo Arabia Saudí y muere en la costa y montañas omaníes. Verdes sinónimo de montañas llenas de vida y preciosos tonos turquesa que bañan sus costas a orillas del Golfo Pérsico, en el océano Índico. Su carta de presentación, Mascate la capital, es el mejor aperitivo para un viaje trepidante. Moderna y clásica a partes iguales, una ciudad segura y con una larga historia que recorrer entre sus calles antes de poner rumbo al interior del país.

Como todo país árabe que se precie a su cultura, Mascate no reniega de su gran Bazar, el Zoco de Mutrah, en representación a los mercados típicos de Oriente Medio. Una primera toma de contacto antes de dar rienda suelta a la imaginación con la visita a la Gran Mezquita del Sultán Qaboos. Una de las mezquitas más grandes del mundo con capacidad para 20.000 personas y competencia directa de otras mezquitas referentes de alrededor del mundo.

Pero más allá de la capital, Omán se ha convertido en un paraíso de renombre y es para muchos la Suiza de Oriente Medio. Rica en contenido y diversidad, su cultura permite la práctica de otras religiones distintas al islamismo. Sus paisajes distan del desierto que se expande por sus países vecinos y el lujo omaní se expande por su territorio en una mezcla entre paisajes diversos y alojamientos con un toque árabe inconfundible.

Dunas con encanto

De un país cálido y rodeado de desierto no puedes irte sin visitar sus grandes dunas. En esta ocasión, el desierto de Wahiba es el lugar perfecto para convertirse en un nativo más. Un lugar que se ha convertido en una excursión recurrente para los locales donde conducir sus coches por las dunas se ha convertido en un pasatiempo habitual entre los omaníes. Pero de entre todas las experiencias desérticas, no se nos olvida la que todo el mundo busca y cada uno siente a su manera; pernoctar en sus arenas bajo las estrellas. Una oportunidad única en el desierto del Wahiba que desde Bestours Viajes recomendamos vivir en Magic Camp. Un campamento privado con lujosas carpas hechas con materiales ecológicos para mantener intacto el ecosistema del desierto y poder disfrutar de una estancia única.

Del desierto, viajamos al foco de vida de todos ellos; los oasis. Entre las densas dunas, y casi de forma inexplicable, las aguas más puras que recorren los montes del país llegan al desierto formando pequeñas piscinas naturales. El más conocido, al sur de Mascate, es Wadi Beni Khaled, un regalo para los sentidos.

Y de un paisaje áspero, aliñado por los oasis, Omán también ofrece también montañas verdes, la más conocida, la ruta de Jabal Akhdar. Un destino que no es un lugar, si no un camino. No hay un punto exacto donde se inicia una ruta. Se trata de un destino que disfrutar durante el trayecto. Una ruta que requiere conocimientos previos del terreno –en algunos puntos arriesgado– y que te permitirá sentir la adrenalina del in situ y la emoción de las vistas.

En esta ocasión, vale la pena pernoctar rodeado de naturaleza. La firma The Hyatt ha diseñado Alila, un complejo de lujo ubicado a 2.000 metros sobre el nivel del mar que se ha convertido en un auténtico santuario de paz inspirado por las montañas que le rodean y que te contagiará de la cultura y el hacer del país.

A orillas del golfo Pérsico

Y como buen país de marineros y comerciantes, Omán es un territorio bendecido por la cultura. Para terminar tu viaje soñado, las playas de Ras al Jynx son el lugar escogido por centenares de tortugas cada verano para desovar en sus arenas. Una experiencia única que ver una vez en la vida en las noches de verano. Rodeados del silencio de la noche, gigantescas tortugas abandonan la protección de las aguas para sembrar la vida bajo la arena.

Un país que lo tiene todo al sur de la península arábica y que te sorprenderá por tu tradición y su variedad de paisajes.

    Rellena el formulario para recibir más información sin compromiso