México, mucho más que tierra de mayas

Conocido por ser la cuna de la civilización maya y afamado por todo lo que descubrirás durante tu viaje. El legado de los mayas se alarga hasta nuestros días, y gracias a esa herencia, México se ha convertido en un destino tan prestigioso como popular. Perteneciente a Norteamérica, su espíritu nada tiene que ver con sus vecinos estadounidenses, empezando por la capital; México DF.

Tan inmensa como diversa y con más de nueve millones de habitantes, México DF se encuentra a 2.250 metros de altura y está rodeada de cadenas montañosas que no han frenado su expansión, que hasta la fecha parece infinita.

Capital del imperio azteca hasta 1521, CDMX es una ciudad vibrante, histórica y moderna, empezando por la Plaza de la Constitución que alberga los edificios más emblemáticos de la capital, y que popularmente se conoce como el Zócalo.

Allí se encuentra una de las reliquias del país, la Catedral Metropolitana -la más grande de toda América Latina– que fue construida sobre las ruinas del Templo Mayor azteca. El Palacio Nacional o el Palacio de Bellas Artes son el complemento perfecto para una primera toma de contacto con una ciudad que respira vida en cada rincón como en el Viejo Portal de Mercaderes donde los intercambios comerciales de antaño han dado paso al lujo más exquisito.

Una ciudad que también tiene sitio para la naturaleza. 500 hectáreas de verde que, en esta ocasión, podrás disfrutar también desde tu alojamiento. Desde Bestours Viajes, nuestra recomendación nos lleva hasta la lujosa cadena Four Seasons. Un refugio en el corazón de la ciudad con el estilo clásico de la Hacienda mexicana donde podrás deleitarte de las vistas al Bosque de Chapultepec por todos sus ventanales. En ese parque, pulmón de la ciudad, se encuentra gran parte del ocio de la capital.

Hacia el sur, la ruta perfecta

La primera toma de contacto con la capital será agitada. Pero los entresijos de México, y sus mayores bellezas, se reparten por toda su geografía. Una magia que se expande por toda su geografía y que te llevará hacia el sur de un país que te cautivará.

San Cristóbal de Las Casas, el pueblo más místico de toda su geografía. Edificaciones coloniales, calles estrechas, tonos pálidos, naturaleza viva a su alrededor y uno de los lugares favoritos para muchos de México. San Cristóbal tiene algo, indescriptible, que engancha, probablemente, el alma de los indígenas que todavía perdura en el lugar.

Un pueblo que ha perdurado en el tiempo con la historia de los indígenas como legado. Aquellos indígenas que, ante el asedio de los conquistadores españoles, prefirieron arrojarse al Cañón del Sumidero antes de sucumbir a la conquista. Pese a su sacrificio, la ciudad no pudo sobrevivir a la conquista y por ello convive con una decoración colonial de época. Un atrezzo que también se contagia en nuestra recomendación, el Hotel Sombra del Agua.

De la magia de San Cristóbal, viajamos hasta Palenque. Un viaje de cinco horas en el que descubrir la transformación paisajística del país. Donde los verdes brotan por todas partes, las cascadas y ríos decoran las carreteras y dónde empieza una aventura distinta. Una ciudad mítica maya rodeada de auténticas maravillas naturales, como el Templo de las Inscripciones -donde fue descubierta la tumba de Pakal con su famosa máscara de jade- o la zona arqueológica de Palenque ubicada dentro de la jungla Chiapaneca.

Una visita que no te dejará indiferente y que dado su volumen de contenido obliga a hacer noche. Hotel Villa Mercedes, es el oasis perfecto para reponer fuerzas en una estancia de dos días en las que reposar la mente de todo lo observado.

En tu ruta hacia el norte –que te adelantamos terminará en el paraíso– ponemos rumbo a Campeche. Allí te espera una ciudad colorida y llena de vida. Y no solo por su decoración sino también por sus gentes. De hecho, la expresión campechano proviene de esta ciudad, donde los nativos cuentan con la fama de amables y cercanos. Una cercanía que comprobarás en primera persona en el Hotel Plaza Campeche.

Yucatán

Continuando hacia el sur, llega el turno de la ciudad blanca, Mérida. Y no precisamente por su falta de color. Mérida es una urbe enérgica y teñida en todos sus rincones por todos los colores del arcoíris. Una ciudad alegre que cuenta con un pasado oscuro por el fuerte racismo entre blancos e indios y que ha sabido sobreponerse a su pasado colonial.

Mérida es parada imprescindible en Yucatán y una de las ciudades con mayor legado cultural. Empezando por el hotel. Una verdadera caricia a los sentidos, Hotel Rosas y Xocolate es la máxima expresión de la delicadeza y la exquisitez francesa de una ciudad moderna. Una ciudad que es el preludio a lo que probablemente es, la atracción más conocida de México: Riviera Maya.

Es la guinda del pastel y razón de ser de todo un país. Una parada imprescindible para contemplar la fuerza de un imperio ya caído, pero que todavía mantiene en pie sus monumentos como el Chichén Itzá, la capital maya de Yucatán, que catapultó al imperio maya a los más alto.

Lo mejor para el final

El clima de México también es otro de sus atractivos turísticos y, si se trata de playa y aventura, Holbox es el lugar perfecto para cerrar unas vacaciones de ensueño.

Unos le llaman la isla de Holbox y otros simplemente el paraíso. Una isla diminuta en el Mar del Caribe donde viajarás 40 años en el tiempo. Hacia atrás. Calles sin asfaltar, playas vírgenes, y un paraíso de palmeras y cocos con pelícanos de fondo del que nadie quiere marcharse. Un lugar fuera de lo común donde solo reina la vida que contagia su extensa vegetación hasta las orillas de sus playas.

Un paraíso distinto al que puedas imaginar donde el único medio de transporte son carritos de golf que recorren una isla salvaje con mucho encanto. Allí solo existe lo nativo. Ni grandes firmas hoteleras, ni supermercados, ni centros comerciales, solo hoteles eco sostenibles y mucho producto local, para proteger toda su fauna y flora.

Nomade Holbox es nuestra recomendación si esperas devolverle a la isla lo mismo que ella te da. Un alojamiento rodeado de agua, de tan solo 30 habitaciones donde la experiencia se entrelaza con el entorno natural a la perfección.

Un viaje hacia el sur, donde conocerás el verdadero México desde la agitación de la capital, el legado del interior y la paz de la costa.