Vuelta paulatina a la normalidad. El Govern Balear ha anunciado que a partir del 31 de octubre dejará de hacer controles de entrada por la COVID-19 en todos sus puertos y aeropuertos.
Tras meses de pandemia y una inversión de más de 8 millones de euros, la entrada de turistas nacionales será libre.
Hasta la fecha, tanto pasajeros nacionales como internacionales estaban obligados a presentar una PCR negativa o el certificado COVID, una medida que a finales de este mes llegará a su fin para los turistas nacionales.
La Conselleria de Salud y Consumo alegó la alta tasa de vacunación en España y la caída de la incidencia en las últimas semanas para poner fin a un dispositivo que ha costado, desde su puesta en marcha en diciembre de 2020, más de 8 millones de euros. Una medida que de momento solo se aplicará a viajeros españoles y que se mantendrá en vigor para viajeros internacionales.